Para empezar el 2014 con toda la fuerza, queremos compartir algunos puntos a tener en cuenta al momento de incluir y/o mejorar el testing en una organización. No es una tarea sencilla y requiere instancias de análisis y otras de tomas de decisiones.

Es importante: pensar, apropiarse, difundir, seleccionar, definir metodología, comunicar, definir un proyecto piloto y mejorar

 

Pensar

Podemos tener la idea en nuestra cabeza de formar un equipo de testing o de contratar servicios de testing independiente. Es  mejor no actuar por impulso designando rápidamente recursos que comiencen a probar. Es probable que no se logren hacer buenas pruebas y que se generen conflictos rápidamente.

Una alternativa es que alguien externo a la organización con conocimiento en testing, proyectos y equipos analice la forma de trabajo y las dificultades que enfrenta la organización y evalúe si formar un solo equipo de testing, varios, o contratar servicios de testing independiente. Además que dimensione los equipos, e indique la capacitación requerida.

Apropiarse

Antes de crear planes de acción, tenemos que estar convencidos de los cambios y de los objetivos que nos proponemos.

La organización tendrá que analizar las propuestas y definir cuales implantar. La idea es que, si bien un actor externo propuso las recomendaciones, la organización las procese, y se convenza y apropie de las mismas.

Difundir

La difusión de los cambios que se vendrán es otra forma de que la organización se apropie de la idea y que cada actor aporte su granito de arena.

Por lo tanto, difundir en la organización la movida en temas relacionados al testing  y cuáles son los objetivos a lograr es un paso que no puede faltar.

Seleccionar

Sea cual sea la decisión, formar un equipo interno o contratar servicios, tenemos que seleccionar quiénes integrarán estos equipos.

Aunque se tercericen los servicios de testing, siempre será necesaria una contraparte dentro de la organización. La contraparte no tiene que tener conocimientos específicos en testing, pero si estar convencida de que con esta movida organizacional se mejorará la calidad de lo producido.

No es una etapa sencilla decidir quiénes formarán parte del equipo. Todos los integrantes tienen que tener conocimientos en testing, y en el corto plazo también conocimiento en el negocio de la organización.

Es usual ver una empresa que forma un equipo de testing con personas sin conocimiento en la materia que prueban sin metodología y a pura intuición, sin priorizar ni preocuparse por el cubrimiento. Claramente la experiencia no colmará las expectativas y sumará nuevos problemas.

Definir metodología

Definir una metodología y forma de trabajo del equipo de testing será el primer proyecto al que se enfrentará el equipo. La metodología no solo incluye aspectos técnicos, sino cómo serán las interacciones con los distintos equipos.

Comunicar

La metodología no pueden ser papeles en un cajón, tiene que impregnarse en la organización para que se aplique. Por lo tanto hay que comunicar la forma de trabajo y metodología propuestos. Someter la metodología a que todos la estudien y opinen es una forma de involucrar a los distintos actores.

Ante los “no tengo tiempo”, es una buena práctica generar reuniones de trabajo eficientes y productivas.

Definir un proyecto piloto

Comenzar de a poco es importante, por ejemplo definiendo un proyecto que sea de dimensiones manejables, en el que el equipo comience trabajando en conjunto y aplicando la metodología.

Mejorar

Por último, aplicar, evaluar y mejorar para continuar aplicando ayudará a alcanzar nuestros objetivos. La metodología y forma de trabajo irá cambiando y mejorando a partir de la experiencia que se va generando.

En próximas entradas del blog les contaremos, a partir de nuestra experiencia, dificultades que se presentan al saltearse algunos de los puntos detallados.

 Mariana Travieso