Al tester le toca en muchas oportunidades la fastidiosa tarea de ser (en el mejor de los casos) un inspector de calidad, y en ocasiones un verdugo (la peor pesadilla) de los desarrolladores.
Las actividades de verificación traen consigo la necesidad de reportar los errores, que por más que nos desvivamos en decir que son «del producto», y que sostengamos nuestra eterna bandera de que «se evalúan productos y no las personas», al fin y al cabo, esto recae sobre algún desarrollador.
En tiempos donde la presión y los plazos son ambiciosos (comúnmente, en proyectos de desarrollo de software suele ser todo el tiempo, ¿verdad?), esto se puede transformar en confrontaciones o generar climas ásperos de trabajo.
Escenarios de trabajo del testing independiente
El testing independiente puede desenvolverse en varios escenarios. En general, podríamos categorizarlos en estos cuatro principales:
- Proyectos cortos dentro del laboratorio de testing independiente
- Proyectos permanentes o de larga duración dentro del laboratorio de testing independiente
- Proyectos cortos en permanencia con el cliente
- Proyectos permanentes, o de larga duración con permanencia en el cliente
Para dar una definición más acertada, deberíamos precisar los términos “cortos” o “permanentes”. Para el caso práctico, tomaremos como ejemplo de proyectos cortos aquellos que van desde dos o tres semanas, hasta dos o tres meses de duración máxima. Proyectos de larga duración, suelen consumir períodos mayores, y muchas veces, sin una fecha de finalización definida.
La premisa de una institución de testing como CES, es lograr ejecutar el mejor conjunto de pruebas dado el contexto, aportando información de valor a los interesados, como resultado de la aplicación de ingeniería de software y de testing (muchas veces en conocimiento, metodología e incluso en análisis con refinamiento o construcción de requerimientos).
Si bien, nuestro trabajo es encontrar los incidentes, cazar bugs… es diferente la actitud que debemos tomar dependiendo del contexto, y de ello dependerá su impacto y muchas veces nuestras relaciones interpersonales a futuro.
Para el propósito de este artículo, los escenarios 1 y 2 son casi análogos, dado que la interacción con el cliente suele ser menos frecuente, y en reuniones planificadas.
Los escenarios más delicados son el 3 y 4, siendo este último el más sensible y el foco de este artículo. Esto se debe a que la interacción con múltiples actores, el dinamismo, y el ritmo cambiante pueden ser el hábitat natural de estos testers.
Actitudes en relaciones interpersonales
En estas circunstancias, nos ha dado mucho resultado hacer foco en las siguientes actitudes:
- Proactividad
- Involucramiento con el equipo
- Involucramiento con el producto y actitud ante el hallazgo de incidentes
- Comunicación efectiva
- Aprendizaje continuo y valor agregado
Proactividad
Este término todos los conocemos. Se trata de tener una actitud activa hacia las tareas del proyecto. Buscar la información y las soluciones, construirlas a partir de las múltiples visiones de los actores involucrados. Interactuar con las personas indicadas, respetando siempre los tiempos del otro, y considerando que en situaciones de alta presión, las personas son muy celosas de su tiempo disponible, por este motivo, la consulta de información tiene que ser certera y esquemática, apoyada en un análisis previo de los temas a tratar. Cuando no es posible llegar, o se han acumulado muchas dudas respecto a determinada situación, o se obtienen opiniones muy desencontradas, será necesario tener una instancia de reunión; pero este debería ser siempre uno de los últimos recursos. La proactividad implica buscar las soluciones, optimizando nuestro tiempo y el tiempo de los demás.
Involucramiento con el equipo.
Es importante sentirse miembro del equipo, y tratar de realmente serlo, haciendo que el resto de las personas nos perciban como tal. La interacción persona a persona, el preferir la comunicación verbal al correo electrónico, valorar los aportes de los diferentes expertos explícitamente y comunicar pequeños o grandes logros, retribuyendo a las personas involucradas con un comentario positivo, son algunas de las actitudes que pueden ayudar a lograrlo. Por supuesto que involucrarse en actividades sociales es altamente positivo (reuniones extra laborales, participación grupal en comidas, actividades deportivas), generar propuestas, y tener la iniciativa. La experiencia indica que las opiniones negativas hacia una persona tienden a desaparecer cuando se comparten actividades sociales de este estilo con compañeros de trabajo.
Involucramiento con el producto / Actitud ante el hallazgo de incidentes
Hacernos y sentirnos parte del equipo, nos facilitará el tomar la actitud de ser parte también en la construcción de ese producto, desde el punto de vista del aporte en calidad. Por ese motivo, se debe tornar desde el foco “destructivo” del testing (intentando rápidamente quebrar el producto en cuanto a su funcionalidad y rendimiento), al foco de “despojar de errores y mejorar la calidad”. Si bien el trabajo es el mismo, y la intensidad también es la misma, este último enfoque es el más adecuado para interactuar con las personas que están construyendo un producto, sean desarrolladores, arquitectos o gerentes de tecnología, entre otros. En nuestras interacciones interpersonales se notará que nosotros de alguna manera “queremos” al producto y estamos preocupados por la presencia de incidentes en él. Nuestra retribución personal ante el hallazgo de incidentes cambia de ser cazadores voraces de los más grandes y mejores bugs, para luego de reparados mejorar la calidad del producto; sino es el encontrar incidentes, lo antes posible, antes de que los usuarios finales los encuentren, y ver el producto, también “nuestro” producto, mejorando su calidad gracias a nuestro trabajo. Y este es uno de los puntos más importantes que quiero destacar.
Comunicación efectiva
Tanto por correo electrónico, por teléfono o personalmente, tenemos que ser capaces de sintetizar la información a trasmitir, y la información que queremos obtener. Una buena técnica, para nada novedosa, es que antes de la comunicación hagamos un esquema con los puntos a tratar, nuestras dudas y lo que queremos informar. Para la comunicación con superiores, o personas que tengan que informarse de nuestros avances, obstáculos, o tomar decisiones a partir de nuestra información, es importante tener en cuenta la información esquematizada. Es común que estas personas tengan muy poco tiempo para consumir nuestra información e inclusive seguir la lógica de nuestro razonamiento. Cuando es mucha la información a transmitir, una buena técnica, es anexar un resumen, al final del correo, resaltar las partes importantes en negrita, utilizar estilos, tabulación, tablas, y colores (no más de tres preferentemente dicen los entendidos en usabilidad y comunicación efectiva). Limitar nuestras dudas, reclamos y sugerencias a las que realmente apliquen. Seremos bien considerados si los problemas los acompañamos de soluciones, o sugerencias.
Aprendizaje continuo y valor agregado
En todos los entornos de trabajo y de todas las personas podemos aprender. Tener la mente abierta a incorporar nuevos conocimientos y estar atento a las diferentes visiones. Solemos no prestar demasiada atención a las personas que nos están transmitiendo información “repetida”, pero en cambio, una práctica bastante útil puede ser el consumir esa información, dado que la visión de esta otra persona, nos puede ayudar a consolidar el conocimiento ya adquirido, y tener nuevas herramientas cuando tengamos que trabajar, y retransmitir esa información. Nuestro saber se ve enriquecido, y además, podemos ser más críticos y compartir nuestro conocimiento, desde una perspectiva constructiva. Por ejemplo, es preferible mantener el silencio en una reunión, a exponer nuestro supuesto “conocimiento superior” al respecto del punto tratado, si este no tiene realmente un valor agregado al objetivo de la reunión.
Para finalizar
En este artículo, se pretendió presentar brevemente algunas actitudes personales del testing independiente que pueden ser útiles en la interacción con grupos numerosos de diversos orígenes en proyectos complejos y de gran escala.
Además de favorecer al proyecto en sí, y la vida profesional, suelen generar muy buenas relaciones interpersonales, buen ambiente de trabajo e incluso algunos buenos amigos.